¿Y si el futuro de los videojuegos pasa por un simulador de vuelo?

A finales de 2018, Red Dead Redemption 2 (RDR2) abrió las puertas a un mundo que parecía expandirse conforme avanzábamos por el mapa. Entrar en el videojuego implicaba para el jugador moverse, junto a su fiel caballo, por un escenario detallado hasta más allá del horizonte y en continúa interacción con ambos: animales que se…

Microsoft Flight Simulator

A finales de 2018, Red Dead Redemption 2 (RDR2) abrió las puertas a un mundo que parecía expandirse conforme avanzábamos por el mapa. Entrar en el videojuego implicaba para el jugador moverse, junto a su fiel caballo, por un escenario detallado hasta más allá del horizonte y en continúa interacción con ambos: animales que se espantan ante su presencia, aves que vuelan ajenas a ellos, árboles que se mecen con el viento y que parecen ignorar que forman parte de un videojuego… Los gráficos se generan lejos del punto de vista llevando al límite a la consola. Eso sí, para desplegar toda la magia de RDR2 se necesitan dos discos y el ventilador al máximo de su rendimiento para que no se churrusque la consola.

En ese mismo mes, Google presentaba Stadia, un sistema que permite jugar a videojuegos sin consola pero con la misma calidad que teniéndola (o incluso mayor). La nube de Google se encarga de gestionar la potencia gráfica que necesita cada juego, tú solo necesitas una buena conexión a Internet y su mando. Este anuncio supuso un antes y un después en la industria al perfilar un mundo en el que es posible prescindir de las consolas físicas y los PC para dejar que las tareas que hasta ahora hacían estos dispositivos se repartan entre miles y miles de servidores ajenos al jugador. Así se abren las puertas a juegos mucho más complejos que el Read Dead Redemption 2. El límite ahora lo pone Google, no la consola que tengas en tu casa.

Google no es la única que dispone de esta tecnología, pero sí la que la ha publicitado masivamente hasta ahora. Nvidia, fabricante de tarjetas gráficas muy conocida entre los gamers, también dispone de un servicio similar, Nvidia Geforce Now.

¿Y qué pinta un simulador de aviones en todo esto? Ya sea por la decadencia de la XBox o por el nuevo rumbo de Microsoft con Satya Nadella a la cabeza, la mítica empresa tecnológica decidió invertir mucho tiempo y mucho dinero en hacer el mejor simulador de vuelos hasta la fecha. También quería que fuera un videojuego apto para todos, desde pilotos profesionales hasta una persona que solo quiere sobrevolar su casa.

Lo que diferencia a este nuevo MS Flight Simulator es que no ha necesitado construir ningún escenario como sí se hizo en Red Dead Redemption 2 o en cualquier Super Mario Bros. Microsoft tiene cartografiado y fotografiado todo el mundo gracias a sus mapas Bing. Con esa información se pusieron manos a la obra para construir un juego de varios petabytes (1 petabyte = 103 terabytes) de fotos y datos de mapas y edificios en 3D. ¿Quién tendría un ordenador con esa capacidad? Aquí es donde entra la nube de Microsoft.

El juego no solo cargará los mapas y los edificios en 3D en streaming, también hará lo propio con la meteorología, creando las nubes, borrascas o anticiclones que haya en ese momento en el lugar del mundo en el que estés volando.

Aunque vamos a necesitar una Xbox o un ordenador decente, los escenarios de este juego se van a ir cargando conforme vayan haciendo falta, como en el Red Dead pero en streaming, como un vídeo de YouTube. Una base de datos de este calibre funcionando en un videojuego de una gran compañía de manera simultánea en miles de consolas y ordenadores es algo que todos estamos deseando ver.

Demostración de fuerza de Microsoft

Construir un producto tecnológico tan innovador y espectacular como este Flight Simulator también cumple un requisito empresarial para Microsoft. Su nube, llamada Azure, compite con Amazon y Google, entre otros gigantes, por ser utilizada por empresas y gobiernos para sus necesidades computacionales. Sin ir más lejos hace unas semanas Microsoft le ganaba a Amazon un contrato de 10.000 millones de dólares con el Ministerio de Defensa norteamericano. Jeff Bezos argumentaba que perdieron porque Trump le odia y ha conseguido que la Justicia paralice el contrato.

Las aspiraciones comerciales de Microsoft con Azure también dependen de que MS Flight Simulator sea un éxito. Si consiguen un videojuego fluido, que ofrezca una sensación de que todo se carga desde el ordenador, ofrecerán una demostración de fuerza tecnológica y de cómo aplicar su nube computacional a un videojuego que hasta ahora era imposible en consolas o PC. Azure podría posicionarse como la “consola” de los videojuegos que no necesitan consola y adelantar por la derecha a Google, que no termina de arrancar en el sector con su Stadia.

Si compras el videojuego, lo compras entero

Un videojuego con la inversión y el mantenimiento de este Flight Simulator es lógico que levante sospechas de venderse en módulos y con una suscripción por usar la nube de Microsoft. No sería el primero. Por ejemplo en reddit se calculó el precio total de todas las expansiones del Train Simulator: 9.086 dólares por jugar con todos los trenes en todos los escenarios.

Aunque sin confirmación aún, los planes de Microsoft son vender el Flight Simulator a un único precio, sin packs ni módulos, pudiendo así jugar al juego de manera infinita, sea para uno mismo o en modo multijugador y siempre tirando de Azure para cargar los mapas y escenarios. En una reciente entrevista en La Nación, Jorg Neumann, jefe de Flight Simulator niega que se vaya a necesitar una suscripción para jugar. El periodista argentino le insiste varias veces pero Neumann es tajante: “¿Si compro nada más que el FS2020 también tengo acceso a los mapas por streaming y demás características? -Exacto.”

Los gráficos y el sonido, tan espectaculares como los mapas

Aunque lo más innovador del juego sean estos mapas 3D que cargan desde Internet, la realidad es que este es un juego de 2020 que compite en realismo y gráficos con cualquiera. El aspecto visual era quizá el más flojo en este tipo de simuladores, con gráficos poligonales cuyo éxito se centraba más en el nicho de jugadores y el realismo de sus físicas que en la visualización. Esto cambia con este juego, que no solo muestra el mundo en 3D sino que modela los aviones y sus reacciones para rozar un realismo que lo ponen a la altura de Juego del año 2020 (esta es la apuesta de quien escribe con permiso de Cyberpunk 2077).

El modelado de los aviones es completo, con un trabajo de la luz que por momentos engaña al ojo humano. El sonido también se ha cuidado hasta la extenuación, con sesiones de grabación con la mayoría de los aviones que se pueden pilotar.

Alas para la comunidad de videojuegos

Una fórmula habitual en los simuladores de PC para alcanzar el éxito está en dejar que la comunidad de jugadores pueda incluir creaciones propias para añadir, por ejemplo, más aviones, pinturas de aerolíneas no incluidas de serie, etc. A otro simulador -en este caso de ciudades- le ha ido muy bien impulsando esta tendencia. Cities Skylines ha vendido más de 6 millones de copias y dispone de más de 200.000 estaciones de tren, edificios, coches, intersecciones, mapas… que cualquiera puede crear y cualquiera puede incluir en su juego gratuitamente.

Con otros simuladores pasa igual, incluso se crea un negocio paralelo. X-Plane 11, otro simulador de aviones, permite que la comunidad construya sus propios aviones, mejorando incluso las funcionalidades del original. Así se puede adquirir un Airbus A380 por 59.95 dólares. Casi lo mismo que un juego original. No sería de extrañar que se cree este mercado paralelo no oficial con el Flight Simulator.

Estamos muy expectantes. No nos falles, Microsoft.

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Antonio Rull